martes, 31 de mayo de 2011

último de la lactancia... por ahora


El domingo en la noche, como de costumbre, le leí a mi esposo lo que había escrito para nuestras lectoras de Ácido Fólico; le pregunté su opinión y me respondió literalmente: “me parece muy bien, pero ¿no tienes nada feliz que decir?”. Confieso que de entrada, como buena Abogada, me defendí y le di una serie de argumentos, que aún considero válidos, de porqué decidí compartir los momentos difíciles de la maternidad, y en particular de la lactancia, pero tengo que aceptar que finalmente me dormí con una sensación de culpa.

La realidad es que si tengo muchas cosas buenas que decir en relación a la lactancia, en principio, que mi hijo no se enfermó durante los siete meses que yo lo alimenté, que si es cierto que crea un lazo inexplicable, aunque sea de dolor compartido, que me ayudó a recuperar mi peso en poco tiempo, y por qué no, también acepto que me ahorro lavar unos cuantos biberones al día y unos cuántos miles de pesos en las costosísimas fórmulas lácteas.

Es cierto que a veces es mucho más fácil compartir los momentos difíciles, porque te sirve de desahogo y te consuela saber que hay otras mamás que también sufren, y sienten culpa, y se rinden, pero eso no le resta mérito a todos los momentos felices que compartes con tu hijo o hijos, del orgullo que te da cuándo hacen alguna gracia por insignificante que a los demás les parezca, y de la inigualable sensación de cuando solo quieren estar en tus brazos.

Yo acepto que sufrí mucho física y emocionalmente, durante las primeras semanas vivía en una constante lucha entre darme por vencida o no quitar el dedo del renglón, y finalmente opté por vivir el día a día, y así se pasaron los meses.

Hoy ya no me acuerdo del dolor, y estoy dispuesta a vivirlo nuevamente si tengo la fortuna de ser mamá por segunda vez, solo espero tener una mejor suerte. Eso sí, ya nadie me cuenta lo que implica y no me tomará por sorpresa; planeo asolearme topless, como alguien me lo recomendó, para evitar la sensibilidad extrema, y cualquier otro consejo será bien recibido. mj

Ilustración Carmen Lara

1 comentario:

  1. Bueno pues este sí me pudo haber encantado. Y sí, que bueno que tienes a Gabriel que te reta y te hace pensar. Yo siempre le dije a mi mamá, uno debería de empezar por el segundo hijo y no por el primero, si se pudiera, para tener la experiencia y no hacer que los primeros (a veces) sean tan exigentes e intolerantes. Y sí, con los siguientes uno puede relajarse y disfrutar. Tú harás lo mismo ya lo verás. Y es muy sabio eso de tomar un día a la vez. Disfruta el presente...es un regalo de Dios. TQM

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