martes, 9 de agosto de 2011

El niño desprogramado.


Siempre he sido una persona muy organizada y rutinaria, antes de ser mamá, todos mis días eran prácticamente iguales; me despertaba temprano, tendía mi cama, me bañaba y me iba a trabajar. Por las noches cambiaba un poco la dinámica, pero como mi esposo es muy parecido a mi en ese aspecto, teníamos días de cine, otros de gimnasio (casi nunca íbamos, pero ya estaba definido el dia), y así para el resto de la semana.

Cuando nació mi hijo mi vida cambió por completo, y esta no es solo una frase romántica que las mamás solemos compartir, literalmente se modificaron todos mis horarios, y mis días dejaron de ser predecibles para convertirse en inciertos y desordenados. No es queja, porque aunque me costó mucho entenderlo y acostumbrarme, siempre estuve consciente de que valía la pena.

Debo aceptar que nunca perdí la esperanza de que un dia fuera igual a otro, sobre todo cuando había días muy buenos en los que él estaba de buen humor, dormía siestas largas y comía a una velocidad razonable, pero siempre me sorprendía. Ya cuando tenía al rededor de cuatro meses, entonces fue posible establecer algunas rutinas, dormía y comía más o menos dentro de un horario, pero cuando se le daba la gana todo volvía a la "normalidad anormal".

En una ocasión estando con Carol, no recuerdo bien el contexto, yo comente que no quería salir a tal hora o hacer tal cosa porque mi hijo "se me iba a desprogramar"; ella muy molesta, y con algo de razón, se volteo y me dijo: "Michelle tienes que entender que es un bebe, no un robot, no puedes esperar que se comporte de la misma manera siempre".

Es cierto, con los hijos todo es espontáneo, todos los días son una aventura, pero siendo honesta, en cuanto pude establecer horarios y hacer una rutina lo hice, y hasta ahora me ha funcionado.

La semana pasada estuvimos de vacaciones en Morelia, visitando a mis Papás, y como todos los viajes, además de divertidos y cansados, son la forma mas fácil de desprogramar a un bebe o a un niño muy joven como el mío.

Por lo general, mi hijo se despierta a las ocho de la mañana, y lo dejo platicar un rato porque duerme solo y no se da cuenta si nosotros ya despertamos; ahora dormimos juntos en mi cuarto de la infancia, él en su cuna viajera y yo en mi diminuta cama individual, y tan pronto se acordaba de que yo estaba al otro lado, mas o menos a las seis de la mañana, se paraba y me empezaba a gritar "mamaaaa, mamaaaaa" para que lo sacara. Me exigía su "bibi", que ya no toma hasta el medio dia, y como no controlaba el volumen de sus gritos, no me quedaba de otra mas que traerle un biberón para evitar que despertara al resto de los durmientes.

Y así transcurrió el resto de la semana, comió extraordinarios y deliciosos guisados hechos por la señora que trabaja en casa de mis papás, a quien Carol y yo no dejamos de rogarle que se venga a vivir a Guadalajara, corrió en el amplio jardín y se dejo querer y consentir por sus Abuelos.

El viernes regresamos a casa, y como era de esperarse, llegué con un niño completamente desprogramado; se despierta en las noches, exige leche en las mañanas, hace cara de decepción cuando le ofrezco mis sencillos y humildes guisados, y voltea a la puerta cuando entro por él a su cuarto, esperando que alguien mas llegue a festejar sus gracias.

Con el dolor de mi corazón, y convencida de que es por su bien, ignoro sus gritos en la noche, no le doy biberón antes de desayunar, y así con el resto de sus atentados contra nuestra rutina.

Ayer lo lleve a su escuela, y contrario a lo que me esperaba, le echó los brazos a la maestra que lo recibió, y volteo para decirme adiós; me quede muy tranquila y satisfecha porque al parecer, mi fijación con los horarios y la organización al fin es compatible con mi profesión de mamá. mj

Ilustración: Carmen Lara

1 comentario:

  1. ¡me siento totalmente identificada! en ocasiones, cuando hemos salido de vacaciones ya sea a la playa o a cualquier ciudad, mis niños regresan pensando que aunque sea lunes se pueden levantar tarde, que alguien les va a tender la cama y que esta permitido desvelarse, como que se les voltea el mundo y les resulta mucho mas divertido así. algunas veces me siento terriblemente confundida sobre la forma en que les estamos enseñando/programando para organizar y priorizar sus días, acomodando todo a nuestros horarios de adultos, y a muchas de nuestras actividades como papás, pero luego cuando los veo cansados dormiditos siento que ha valido la pena, y que lo estoy haciendo bien! :) :) :) ya despues ellos solos se programarán quitando y poniendo cosas en sus agendas
    Elisa

    ResponderEliminar