martes, 26 de julio de 2011

¡Qué peinadita niña!


El día de hoy dedicaré  AF a un tema banal pero que no me dejarán mentir, como mamás nos acaba preocupando, se trata del pelo y los peinados de nuestros pequeños.

Mi hija nació con una preciosa melena de color obscuro, en el hospital me la llevaban siempre peinada de forma por demás extravagante y cursi, con moños, bandas y adornos que se veían demasiado grandes en su pequeña e inmóvil cabecita.

Cuando llegué a mi casa me deleitaba peinándola, para un lado, para el otro o con una pequeña y adorable cresta tipo punk, no me atrevía a ponerle nada para fijar sus peinados porque me parecía innecesario y agresivo embadurnarla de productos, broches o moños a tan corta edad.

Mientras yo le presumía a quién me escuchara su hermosa cabellera, todo el mundo me decía que no me hiciera ilusiones que ese pelo se le caería y sería remplazado por otro de distinta textura y color. Yo les creía a medias ¿cómo iba a ser posible un cambio tan radical?

Después del primer mes mi hija empezó a mostrar signos de calvicie, sus sábanas quedaban repletas de finísimos cabellos y en la bañera flotaba pelusa por todas partes. No tenía ningún sentido peinarla pues en cuanto se le secaba el pelo, lo poco que le quedaba se aglomeraba como cresta en la punta de su cabeza.

En esta época todo el mundo empezó a opinar sobre su peinado, algunos amigos nos rogaban a mi esposo y a mí que la rapáramos y dejáramos de avergonzarla con tan singular peinado, comentaban que era lo mejor para fortalecer su cabellera y unificar el crecimiento, yo nunca consideré hacerlo, no sé por que, me daban y dan unas ansías tremendas la púas de las primeras semanas.

Así las cosas mi hija lucía una calvicie lateral y en la parte de atrás de la cabeza mientras portaba con gracia y elegancia una cresta que crecía hasta el infinito, un puñado de pelos larguísimo y lacios que en ocasiones para mi deleite hasta le sostenía con algún brochecito o  pinza para bebé.

El tiempo pasaba, mi hija crecía y su cabellera no mejoraba, mi esposo y yo ciegos de amor, la veíamos hermosa y no reparábamos en lo absoluto en su escases de pelo. El primer día que fue a la guarde, salió con los tres pelos larguísimos que le quedaban amarrados en forma de coleta encima de la cabeza, se veía divina y un poco más grande, a ella no le pareció el peinado y ya en el coche se arrancó la liga y uno de sus preciados cabellos.

Alrededor de los diez meses Michelle realizó una intervención familiar, preocupada y apenada por la greña de mi hija me rogó que la lleváramos a emparejarle el pelo, yo no tenía intención de hacerlo pero al platicarlo con mi esposo pensamos que tal vez no sería tan malo darle una emparejadita a lo que nosotros considerábamos la cabellera perfecta.

La estética infantil resultó ser toda una experiencia, una amable y experta estilista, cortó emparejó y le dio forma a la cabellara de mi hija, que montada en una silla tipo avioncito jugaba feliz con el volante sin reparar en su cambio de imagen. Al terminar la peinaron con un hermoso flequito y le regalaron una paleta. ¡Misión cumplida!, mi hija se veía como una muñequita con su nuevo peinada y ahora si su pelo crecería de forma uniforme.

Al día siguiente yo traté de repetir el peinado de flequito y tataaaaaaaaaan que aparece ni más ni menos que: ¡la cresta!, así es estimadas lectoras a escala y un poquito más pareja pero mi hija era de nuevo una pequeña y moderna punk. Para está época además era prácticamente imposible ponerle cualquier broche o pasador pues al instante se lo arrancaba y llevaba a la boca, lo que me causaba una angustia tremenda que me hacía evitar estas monerías.

Lo increíble es que de la guarde salía más que peinada, su adorada maestra sabía confeccionarla las colitas más hermosas y alineadas posibles y ella al parecer se dejaba sin dificultades, yo alababa sus peinados y en cuanto llegábamos a la casa se arrancaba las ligas y me veía con cara de ni se te ocurra intentar peinarme como estaba. El colmo fue un día que en ausencia de su maestra la peinó la enfermera de la guarde (con quién dicho sea de paso nunca se llevó muy bien), no sé como le llenó la cabeza de diminutas coletas que la hacían parecer una especie de mini medusa relamida y muy bien peinada. Sobra decir que en el coche mi esposo y yo tuvimos que deshacer con todo cuidado y prisa cada coletita, mientras mi hija repelaba furiosa por las mismas.

A la fecha tenemos una relación amor-odio con los peinados, si le digo ¿quieres que te peine? Corre feliz al baño, se sienta y se deja hacer una coleta, a veces el peinado le aguanta hasta la noche pero por lo general en la tarde, antes de la siesta, se arranca la liga y me la entrega. Y es que un detalle importantísimo y que casi olvido contarles es que mi hija se arrulla sobándose el pelo. Algunas coletas estratégicamente colocadas le ayudan pero por lo general mi habilidad de peinadora no es tan buena y son más un estorbo que una ayuda.

Hace un par de meses le dimos otra emparejadita y cada día tiene el pelo más hermoso  y ¡güero!, como bien me auguraron todos el color le ha cambiado radicalmente y también la textura.

Yo por lo general me debato entre la idea de peinarla o no, por un lado tengo el antecedente de que mi mamá me peinaba como muñeca todos los días cosa que le agradezco, pero que también era un poco dolorosa pues cuando me quitaba la liga siempre sentía un dolor concentrado y agudo en el lugar del peinado (como el chiste de la niña que no puede sonreír porque está tan restirada… si no se lo saben díganme y se los cuento jaja), por otro lado creo que no vale la pena tanta persecución y obsesión por los peinados a tan corta edad. Aunque por supuesto admiro aquellas mamás que traen a sus hijas como verdaderas muñecas (y también admiro a las niñas que se dejan peinar y no se arrancan los broches.

En fin ¿ustedes, qué me cuentan? Sus hijas son de las bien peinadas o de greña suelta, pasaron por la zozobra de la calvicie o todo se reporta sin novedad o percance, espero leerlas. Por cierto el jueves escribiré sobre mis peinados y mi calvicie relacionada a la maternidad. cj.

Ilustración Carmen Lara

7 comentarios:

  1. Yo pienso que no debemos estresarnos por el peinado de los hijos al final peinados o greñudos son divinos!!!!!!!

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  2. ¡De acuerdo contigo anónimo! Mi hija vivirá despeinada ;)

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  3. Yo no tengo hijos aún, sin embargo leer su blog me enseña y me encanta! Soy alumna de tu mamá y en cada clase, ¡Me fascina que me hable de sus nietos!
    Este tema me gustó muchísimo y me recordó a mi infancia, pues yo fui una niña de cabello rebelde a morir; remolinos por todos lados, miles de cabellos y un estilo esponjado muy clásico; además de que se me enredaba por cualquier cosa. Así pues, recuerdo mucho mis tiempos de kinder en que mi madre se desvivía por peinarme; lo intentó todo: comprar bolitas de monitos de moda, cepillos de colores, liguitas suavecitas (para no lastimarle el pelo a la niña) diademas, moñitos, cualquier cosa que pudiera funcionar yo lo tuve, pero todas llevaron a lo mismo: ¡un enorme fracaso!
    Por eso, después de miles de intentos fallidos por parte de mi madre y también de mi maestra, decidieron que cortarme el pelo era la mejor opción y así fue como terminé con el clásico ¡corte de bacinica o de príncipe valiente! Mismo que odie por mucho tiempo porque según yo parecía niño y aunque a mi madre le angustiaban mis acusaciones siempre me decía... "No mi amor, se ve te bien bonito y es que nunca te puedo peinar, que más quisiera que hacerte colitas pero nunca te dejas..."

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  4. hola, yo tengo una niña mas o menos de la edad de la de carol y pues efectivamente eh pasado por varias etapas: 1ero mi pedriata me dijo k no era necesario peinarla puesto que a un bebe recien nacido le puede ocacionar problemas con la mollera (creo que se escribe asi), 2do que era inecesario las diademas porque sus huesos son tan frajiles que le podia deformar la cabeza; asi pasaron 8 meses.
    cuando fue a la cita de los 8 meses le pregunte que si ya la podia peinar y me dijo k si keria si y sali del consultorio muy contenta y le compre broches y toda la cosa.
    resulto que la niña ya estaba grande y no estaba acostumbrada a estarse sentada para peinarla y no le gustaba quedarse quieta asi que no la pude peinar cerca de los 11 meses empeso a entender que era algo que como quiera hiba a hacer, se dejara o no asi que para mi sorpresa se empezo a dejarse peinar yo estaba feliz le hacia una coleta o dos a veces 3 le podia brochesitos de colores a juego y diademitas muy coquetas. Al cumplir los 14 meses se rebelo y volvio a negarse, no sabia que hacer peliabamos cada mañana y como para entonces ya su pelo era muy largo no la dejaba ver, pense por primera vez cortarselo, aunque no me atrevia; asi trascurrieron 2 meses entre si no llorar ella y yo, hasta que hace unas semanas vovlio a dejarse peinar y hasta la fecha lo sigue haciendo es genial verla con sus colitas o diademas porque como nunca le eh cortado el pelo ya lo tiene larguisimo y se me hermosa (jajaja que mas puedo decir es mi hija) es el unco problema de tener niña ya que la gente espera que la traigas como muñequita, aunque las que tienen niño tampoco se la ven muy facil cada tanto de tiempo hay que cortarles el pelo y por experiencia con sobrinos eso tampoco es cosa facil.

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  5. Hola, yo tengo dos niñas, una de 3 años 9 meses y otra de 9 meses y desde siempre me ha gustado peinarlas, creo que desde el segundo mes de nacidas yo les ponía una cuca o una liga y les hacía una mini colita, la verdad es que me desespera verlas con el cabello alborotado o que les tape su carita y aunque al principio me cuesta trabajo poco a poco se han ido acostumbrando y no he tenido ningún problema con ello, bueno la bebé si tiene sueño o hambre si se resiste, necesito agarrarla de buen humor y se deja peinar perfectamente. En fin, tanto me gusta verlas peinadas que me aungustiaba el primer día de clases de mi hija Victoria, porque por mi horario de trabajo, de miércoles a viernes no la arregló yo y es su papá quien se encarga de bañarla, cambiarla, peinarla y llevarla a la escuela, hasta hablé con sus maestras para deciles que mi hija iba a ir greñuda esos días y que si por favor la podían peinar. Varios días después mi sorpresa fue muy grande al ver que de una cola muy malecha, llena de chichones por todos lados, las rayas todas chuecas y colitas que se deshacían, los peinados de mi hija habían pasado a ser más sofisticados(ahora había trenzas, colitas múltiples, flecos, etc.)y eran cada vez mejores y bien hechos, y cuando le preguntaba a mi hija que quien la había peinada me contestaba que su papá y en efecto después de tanta peinarala ahora es beunísimo para hacerlo, bien dicen que la práctica hace al maestro y mi marido es creo que el único de los papás con los que nos juntamos que sabe peinar y muy bien a sus hijas, incluso mejor que muchas mujeres.

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  6. Bien dicen que lo bueno de la vida te despeina.. si nuestros bebés vienen despeinados seguramente la estan pasando muy bien. La hora del peinado será para nosotras solamente una forma más de tratar de embellecerlos aun cuando ya son lo mas hermoso del mundo, y ¡otra cosa! seguramente cuando crezcan verán las fotos donde nosotras muy presumidas queremos plasmar para siempre los más estrafalarios peinados y no van a estar muy contentos que digamos, tal como nosotras actualmente vemos las fotos viejas con las famosas colitas de cascada, o de pebbles la de los piecapiedra, trenzas que nos estiraban el cuero cabelludo, ojos rasgados casi japoneses a pesar de ser tan mexicanas, jajaja y un largo etcétera! A fin de cuentas.. muy peinaditos van a llegar a la adolescencia donde 100% seguro van a querer andar de rebeldes, tal como los vemos ahorita de bebés.

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  7. Yo soy mamá de 3, dos de ellos niños y mi pequeña de 8 meses, y ¿que puedo decir? tiene tantos moños, bandas, cucas, ligas y etc., que cabellos, amo ponerle cosas y ella feliz se deja mientras deje en sus manos la caja de los moños!.
    No soy de ponerle mil ligas y mil coletas, mas bien de un moñito de lado, o una banda, pero es genial esa parte de ser mamá de niñas. Espero que siga permitiendo ser peinada, por que es algo que en verdad disfruto!
    Seguramente tiene el cabello en partes, así como tu bb pero yo igual la veo hermosa y perfecta, y tmb nunca he querido rapar a ninguno de mis hijos y a ella menos, la quiero con la greña larga que le diga a Daniela Romo quítate que ahí te voy! jajajaja besos y me encanta leerlas!

    Brenda

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