jueves, 18 de agosto de 2011

¡Qué facha!



Pues hoy me pasó otra vez, me levanté a las 7:30 de la mañana y me metí a bañar antes de que se despertara mi hijo, cuando salí de la regadera ya lo oía platicar desde su cuna, así es que me apresuré a encremarme (que por el tipo de piel que tengo resulta obligatorio) y así, como casi todos los días, me puse lo primero que vi en mi clóset.

Con el pelo todavía empapado, fui por él a su cuarto, lo cambié y bajamos a desayunar; después de un huevo revuelto con jamón y un jugo de naranja nos dirigimos a la escuela, mi pelo ya empezaba a esponjarse, porque con este clima húmedo es irremediable.

Llegué a la casa y me serví un cereal, para entonces ya parecía una adolescente en los ochentas, con el crepé a todo lo que da. Pensé en subir a peinarme con la secadora, porque afortunadamente no tengo el pelo complicado, pero la realidad es que tengo otras trescientas cosas que hacer y que son mucho más importantes, así es que nuevamente me hago un chongo y me pongo un pasador para detener mi abandonado copete.

Este es un tema que puede parecer secundario, y con todo lo que tenemos las mamás en la cabeza realmente lo es, pero no deja de ser importante que nos demos el tiempo para arreglarnos y sentirnos bonitas, aunque a veces resulte casi imposible.

Después del embarazo y la lactancia me cambió el cuerpo por completo, en promedio peso más o menos lo mismo que antes, pero mis pompas desaparecieron y mis pechos se hicieron un poco más pequeños; esta referencia puede parecer un verdadero desastre, pero siendo honesta me gusta mucho más mi cuerpo ahora, sobre todo porque lo conozco mejor y sé de lo que es capaz.

Como ya se los he platicado, antes de ser mamá trabajaba en una oficina en dónde obligadamente hay que estar arreglados, no con el típico e incómodo traje sastre, pero si la mayor parte del tiempo traía altísimos tacones, faldas o vestidos y pantalones más formales. Siempre tenía en mi clóset cuando menos un par de jeans que me acomodaran mucho, porque eran mi uniforme los fines de semana. Pues ahora todo es al revés, mi ropa formal y mis zapatos altos están guardados en el fondo del clóset, esperando un paseo o una salida para distraerse.

En ocasiones cuando Carol y yo salimos con los niños, nos toca ver mamás empujando carriolas y tratando de balancearse con unos tacones kilométricos, nos volteamos a ver y creo que las dos pensamos “pero que incomodidad, cómo le hace para cargarlo y no caerse”, en la mayoría de los casos las siguen una o dos nanas, que cuando menos restauran un poco nuestro ego al sentirnos las mamás más fachosas del universo.

Con respecto al peinado, cuando nació mi hijo a mí se me empezó a caer el pelo tremendamente, cuando me bañaba tapaba la coladera, cuando me cepillaba dejaba el cepillo como plumero y de plano era muy impráctico porque hasta mi hijo tenía pelos entre sus manitas y en su ropa. Carol, una fanática del pelo corto me llevo de urgencia a una estética, en donde finalmente me convenció y prácticamente me raparon, tenía el pelo incluso más corto que ella, y aunque tengo que aceptar que estaba comodísimo porque solo me tenía que poner un poco de cera y moldearlo después del baño, nunca me sentí yo.

Yo creo que lo más importante es que siempre estemos súper limpias y presentables, a mí me parece muy desagradable encontrarme señoras en el súper a las seis de la tarde y todavía en pants y con una telaraña en la cabeza. Definitivamente cuando tienes hijos, el estar arregladísima como muñeca pasa a segundo o tercer término, pero por nuestra propia autoestima, no debemos descuidarnos ni dejar de arreglarnos para sentirnos bien con nosotras mismas, ya los piropos de terceros son un valor agregado. mj
Ilustración: Carmen Lara

2 comentarios:

  1. Judith Lemus Villarreal18 de agosto de 2011, 14:17

    A mi me paso lo mismo con el cabello y una amiga que es estilista me dijo que por lo menos hasta que tu hijo tiene unos 8 meses se te esta cayendo y si te fijas en las mamás de la guardería todas tenemos en la frente el montón de cabello que nos esta saliendo parecemos pajaritos desemplumados es por eso que muchas optamos por el corte de cabello y sentimos que nos quitamos un peso de encima... Muchas Felicidades por tu blog me encanta por que me siento muy identificada ya que tengas tu segundo hijo veras que la vida te vuelve a cambiar... Saludos

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  2. cuando nació mi hija entendí porque tantas mujeres con hijos tienen el cabello corto y pocas muy pocas lo dejan crecer de nuevo, yo hasta el momento soy de esas de cabello corto :D

    Mac

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