jueves, 26 de junio de 2014

Según Roxi

Crónica Nocturna

9: 15 ¡Hijita es tardísimo ya te tienes que dormir, pero mami, todavía no tengo sueño, no importa sube a que papá te ayude a lavar los dientes y cuando termines me avisas y yo subo al cuento… (mi hija refunfuñando obedece y sube)

9:17 ¡tengo cuatro minutos para hacer lo que se me antoje!, eligo una actividad edificante: reviso Facebook, nada interesante, una invitación de una amiga a darle like a una página que se llama Según Roxi, entro a la página (porque no le voy a dar like así nomás) parece que es un libro de maternidad, ¡qué asco, pienso, un libro tipo Yordi Rosado pero para mamás!

9:23 ¡Mamá, ya estoy lista!

9: 25 subo, cuento cuento, hago cosquillas, persigo a Lucía  a su cuarto y me acuesto con ella.

10:10 me despierto a punto de caerme de la cama de Lucía, ella se quedó dormida no sé a qué horas porque yo me dormí primero. Me espabilo y camino a mi cuarto. Mi esposo ronca en medio de libros y papeles, prosigo a lavarme la cara.

10:20 dientes y cara lavados, mi esposo hace bizcos para distinguir que soy yo, me comenta que el cree que ya se va a dormir y escribirá mañana, está agotado, apaga su lamparita, deja libros y papeles en el piso, vuelve a roncar.

10:23 muero de sueño pero tengo que bajar a hacer el café, tomar agua y apagar las luces.

10:27 listo el café para mañana, las luces de la cocina apagadas, sólo me falta apagar las luces de mi estudio y  a dormir. Entró a mi cuartito y veo mi compu prendida, me dispongo a apagarla y veo de reojo la página de Según Roxi en la cuál estaba hace más de una hora. Me molesto al ver de nuevo la página de la tal Roxi, decido googlearla antes de apagar todo.

10:33 E R R O R estoy enganchada con Roxi…

12:55  después de ver seis capítulos de Roxi ¡es mí ídolo! Quiero seguir viendo más, pero me lloran los ojos y sé que mañana necesitaré una grúa para levantarme y cincuenta tasas de café para funcionar. Cierro Internet.

12:58 pienso en AF y comienzo a escribir

1:15 Termino de escribir, no publico la entrada porque tengo que revisarla

6:30 suena el despertador

7:10 Llega Lucía a despertarme ¡¡¡es tardísimo!!!, me quedé dormida, me levanto como gas, me baño dormida, salgo histérica y apresuro a toda la familia.

8:00 todos bañados falta pegar unas cosas de la única tarea del mes que ha tenido Lucía, me achicharro con una taza de café, baja mi esposo listo para desayunar, le cedo la estafeta y subo a arreglarme.

8:10 me pinto, peino y pongo los zapatos temblando porque ya es muy tarde

8:40 me aparezco en la entrada de la escuela con cara de ya sé que llegué diez minutos tarde pero estuve resolviendo problemas tremendos, que ayudaran a salvar la humanidad, entiéndanme por favor.

9:55 el tiempo se me ha ido, no quiero esperarme hasta las 5:30 que salga del trabajo para publicar la entrada, tengo junta a las 10, me robo cinco minutos, escribo lo que me hace falta y publicó en AF.

Nota: queridas lectoras, ¡por favor, dense un tiempito para ver, al menos un programita de Roxi! Hasta donde sé es una serie argentina que se ve sólo en Internet (no estoy segura si allá si la pasan por TV) pero a mí me encantó, véanla y díganme qué opinan… las dejo, tengo que trabajar…

…les dejo el primer capítulo y el link a la página… véanla…

Nota 2: gracias Claudia por la recomendación, ahora estoy desvelada y arriesgando mi trabajo, pero feliz y enganchada a la vida de Roxi… véanla…


cj


martes, 24 de junio de 2014

Festival escolar

Hace una semana Lucía y Gamba tuvieron su festival de cierre de artes, llevaban días cantando las canciones de Pedro y el Lobo y estaban tan emocionados que a quién se dejara le actuaban y platicaban sobre su presentación.

De tanto oír a mi hija yo me aprendí las letras, los tonos y la frase que le tocaba decir en su papel de cazadora, el día del evento anticipaba con emoción la obra que ya me sabía hasta en sueños y verla jugar y emocionarse en el escenario después de tan ansiada espera.

El día de la actuación todo fue diferente, yo usualmente no lloro en sus presentaciones, al contrario, me divierto, me río y me siento la madre más orgullosa y feliz.  Pero esta vez desde que empezó la hermosa música de Sergei Prokofiev, sentí que me dolía el corazón y se me aflojaban las piernas, a los tres segundos un mar de lágrimas se me acumuló en la garganta y durante la media hora del espectáculo, lloré y lloré escondida en una esquina.

Mi llanto, luego analicé, tiene que ver más con otras cosas que con el recital de arte de Lucía. Tiene que ver más que nada con la separación y los cambios que nos esperan cuando concluya este ciclo escolar. Porque durante este año hemos aprendido a compartir un mismo espacio respetando cada una las actividades de la otra.

A veces llegamos juntas pero cada quién se va contenta a su área, Lucía a preescolar, yo a secundaria, nos vemos y abrazamos en los pasillos sin detener demasiado el tránsito de la otra, comemos juntas pero respetando nuestros tiempos y nos relacionamos con la comunidad de la otra con gracia y cariño, pero siempre conscientes del espacio ajeno. Ha sido increíble ver como Lucía construye y defiende sus espacios y cómo aprende a respetar mi trabajo y los tiempos en los que además de ser su mamá soy maestra y parte de una escuela.

Tristemente, la escuela se cerrará en julio, mi niña comenzará  en otra escuela y yo estaré desempleada hasta nuevo aviso, sé que como lo hemos hecho en otras ocasiones la vida se irá acomodando y encontraremos nuevas oportunidades y espacios que compartir, pero a veces es importante soltar el llanto cuando una etapa se acaba, cuando los ciclo que se pensaban para más tiempo duran menos de lo esperado y cuando la cazadora más simpática de toda la obra te mueve el corazón y hace que salgan todos esos sentimientos guardados. cj

Ilustración de La Abuela


martes, 17 de junio de 2014

Remedios Mágicos

Hace unos días viajamos en avión. La última vez que hicimos un viaje aéreo mi hija se mareó tan fuerte de ida, que vomitó y se sintió fatal. De regreso, para prevenir cualquier inconveniente le dimos una pastilla antimareo que funcionó durante todo el vuelo y la hizo recuperar a medias su confianza en los aviones.

Ahora en medio de la prisa (salimos en un día de escuela, después del trabajo, corriendo para no perder el avión y llegar a tiempo a la cita acordada en nuestro destino) me había olvidado por completo del mareo, el remedio y la ansiedad de Lucía respecto a los aviones.


Quince minutos antes de subir al avión, ya en la sala de espera y todavía sudando del taxi, la comida ingerida sin saborearla y las infinitas revisiones de seguridad, mi hija se volteó y con toda confianza me dijo ¿a qué hora me vas a dar mi medicina para no marearme?, por supuesto mi esposo y yo nos volteamos a ver con una expresión de confusión, terror y risa difícil de explicar, cuando le dije que no la necesitaba porque el día que se había mareado fue porque el avión se había movido más de lo normal, me volteó a ver con cara de ¿qué te pasa? Y me dijo que ella no quería marearse y sentirse mal así que prefería tomar la medicina.

Acto seguido subí corriendo a toda velocidad a una farmacia improvisada y fuera de lugar que se encontraba en la sala de espera vecina, pregunté por la medicina antimareo y con toda la calma y apatía del mal vendedor me contestaron que no les había llegado, en segundos decidí que la situación ameritaba un remedio casero o mentira piadosa, cómo quieran ustedes llamarlo.

Tomé una cajita, la pagué y al bajar de nuevo a nuestra sala, minutos antes de subir al camioncito que nos llevaría al avión, le entregué mi compra a mi esposo y le dije que discretamente sacara una pastilla mientras nosotras íbamos al baño. Fuimos y de regreso mi compañero de crimen le dio a nuestra hija una pequeña pastillita naranja. La pobre incauta la tomó, la analizó y se la metió a la boca en espera de un desagradable sabor a medicina que nunca llegó. Cuando se la terminó dijo “esa medi, hasta sabe rico”, nosotros nos volteamos a ver y preferimos ya no decir nada.


Llegamos a nuestro destino sin atisbo de mareos o malestares, de regreso la historia se repitió y el remedio funcionó de igual manera. No nos sentimos orgullosos de utilizar un Tic Tac como medicina contra el mareo, pero a veces hay que improvisar y ayudar a que ciertos miedos desaparezcan con un poquito de ayuda.
cj

Ilustración Carmen Lara