martes, 17 de enero de 2012

Seguimos con el conteo...


Parece increíble que ya llegué a la décimo sexta semana de embarazo, y de antemano me disculpo con las fieles lectoras de ácido fólico, que pacientemente nos esperaron después de los últimos meses que estuvieron por demás intensos.

Yo de verdad padecí los primeros meses de mi embarazo, me sentía mal todo el día, tenía náuseas y estaba débil, y nunca, pero NUNCA imaginé que fuera tan difícil pasar por estas molestias y achaques y ser mamá de un niño de casi dos años al mismo tiempo.

Es una impotencia indescriptible, porque piensas en todo lo que tienes que hacer, en que tu hijo está aburrido, ya no quiere estar en la casa, quiere comer o cenar... y tu cuerpo no responde, o lo hace muy lentamente, lo cual causa toda clase de frustraciones y tristezas.

Pasamos algunos días en Morelia después de la operación de la rodilla que le hicieron a mi Mamá, y yo estuve a punto de volverme loca; de verdad que cómo ayudan esas cuatro horas diarias que pasa en la escuela, porque en mi situación, cuidarlo todo el día es por demás extenuante. Y muy probablemente estarán pensando que exagero, ¿que tanto trabajo puede implicar un diminuto niño de su edad?, pues mi hijo es incansable, y no solo yo lo digo, quien se ofrezca a cuidarlo por unas cuantas horas invariablemente opina lo mismo, "¡pero qué energía la de este niño!, ¿a qué hora le toca dormir?".

Y yo por mi parte sintiendo toda la culpabilidad materna del universo, todo el tiempo pensando en lo que le perjudicaba a mi hijo mi estado de ánimo y mi falta de energía; y lo que más le afectaba, era dormir en la cuna viajera, al grado que un día que decidí dejarlo llorar un rato hasta que conciliara el sueño, y de plano se vomitó del coraje y de los gritos tan desesperados.

Y volviendo a mi embarazo concretamente, a mediados de diciembre fuimos a cita con mi ginecólogo, y para mi sorpresa vimos a nuestro bebé mucho más grande y desarrollado de lo que esperábamos; ya tenía la forma humana definida, su ritmo cardiaco estaba perfecto y el tamaño de su cabeza y del largo de su cuerpo era perfectamente normal.

Mañana tenemos cita nuevamente, y como en las últimas ocaciones, nos acompañará nuestro hijo; tenemos la esperanza de que poco a poco, viendo las imágenes y con una explicación muy sencilla y simple, comprenda que viene otro bebé en camino.

Muy a mi pesar, creo que toda esta situación le ha afectado más de lo que yo hubiera esperado, de ser el niño más generoso ahora le cuesta trabajo soltar y prestar sus juguetes o cualquier otra cosa con la que se esté entreteniendo; llora más que antes y lo noto sensible y muy apegado a mi esposo y a mi, pero estoy segura de que esto es pasajero y que además tiene que ver con la edad, así es que trato de no preocuparme de más.

Con mucha suerte mañana conoceremos el sexo del bebé que viene en camino, y por supuesto las mantendré informadas. Otra vez gracias por leernos. mj 

Imágen: Carmen Lara

1 comentario:

  1. en algún lado leí que lo único bueno de los terribles 2 años es que pasan..... así que ánimo mich! que no estás sola.... todo pasa! tienes mucha gente que te damos mucho apoyo moral. un abrazo! que todo siga muy bien con el nuevo bebé.
    gis

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